Tengo el blog completamente abandonado, no tengo tiempo para leer los blogs que sigo y soy consciente de que me estoy perdiendo muchas cosas pero ya intentaré ponerme al día.
Hoy quiero comentar que mi hermano ya ha salido del hospital. Ahora comienza una nueva etapa que no será fácil, pero que afrontamos con mucho ánimo. Por otra parte, como se suele decir, el destino es caprichoso y cuando parece que todo empiezas a tenerlo bajo control, ocurre algo para que tu pequeño mundo se ponga del revés.
Me han hecho una propuesta profesional muy interesante, de esas que casi sería vergonzoso no aprovechar. El problema es que esto supondría un cambio de residencia con todo lo que esto conlleva. Lo que más me preocupa es Teresa, cómo se podría adaptar a los cambios teniendo en cuenta que ella ahora mismo está rodeada de familia todo el día y en ese caso sólo estaríamos las dos. Sin duda tendría más tiempo para pasar con ella pero de todos modos no sería sencillo llevar una vida al estilo madre soltera en ciudad desconocida y sin ayuda cercana. En poco tiempo debería buscar un piso, una cuidadora y actividades diurnas para Teresa y sobre todo centrarme en un nuevo trabajo con nuevos compañeros y adaptarme a todo esto sin perder la cabeza.
No es nada seguro porque tengo que pasar una entrevista, aunque reconozco que hay una persona que me respalda.
A pesar de que el trabajo es apasionante, supone ventajas económicas y profesionales y para mí sería un gran salto además de que podría permitir a medio plazo que papá pidiese traslado a la misma ciudad, el miedo a los cambios hace que haya llegado a pensar incluso que ojala no pase la entrevista y no me lo tenga que plantear.