martes, 27 de julio de 2010

18 meses

Soy una madre horrible. Llevo muchos días pensando que Teresa estaba a punto de cumplir 17 meses cuando de repente me he dado cuenta de que en realidad el domingo pasado lo que cumplió fueron 18 meses. Mi error lo llevo arrastrando desde hace tiempo y no he dudado en prodigarlo por ahí ante las preguntas de otras madres en el parque. ¿Qué me está pasando? Y todo esto teniendo en cuenta que mi hija es el centro de mi vida, de no ser así, con la cabeza que tengo, en cualquier momento me retirarían su custodia los Servicios Sociales.
En mi entrada de hoy pensaba hacer un repaso de los avances que voy percibiendo en su desarrollo pero ya casi ni me fío de mi capacidad de observación. Aun así me arriesgaré.
Lo más destacado es el desarrollo del lenguaje. Habla mucho, por los codos, diría yo. Conoce muchas palabras y las sabe emplear correctamente. Pregunta por cada cosa que ve "¿eco qué es?" y hemos optado por darle las explicaciones oportunas aunque sean complicadas, creo que será lo mejor aunque no pueda repetir el nombre.
Sabe responder por su nombre y su edad. Me parece un avance muy importante y del que me di cuenta mientras jugaba con otros niños en el parque y comentaban las edades. Me refiero a que no respondió acertadamente ante una pregunta reiterada.
Imita sobre todo las conversaciones y entonaciones. Uno de sus juegos preferidos es coger el móvil y pasarse buenos ratos paseando y hablando. A veces incluso hace como que pone el manos libres, suelta el móvil en el suelo y pregunta "¿oye?". Esto lo ha copiado de su padre, sin duda, porque siempre suele hablar con el mismo interlocutor "Paco".
En la calle casi no quiere ir el su cochecito, prefiere ir "ananno", pero como te descuides pide "acojo" y te monta un numerito.
Ha desarrollado el sentido de la posesión y todo "e mío". Ahora se enfada incluso como se encuentre con otros niños en el tobogán y de tan cabezota como es casi prefiere no subir y lloriquea. Para intentar que cambie de opinión tengo que estar constantemente halagando las hazañas de los otros, aplaudiendo y mostrándole lo divertido que es. Ha aprendido a pegar. Por ahora no lo hace mucho pero ha habido ocasiones en las que le he pillado soltando una patada o un manotazo como algún niño toque algo suyo después de advertirle con un grito "¡ché, e mío!"
Intenta hacerlo todo sola y se enfada a menudo como no se lo permitas. Tiene un carácter muy fuerte y siempre intenta salirse con la suya. A veces resulta agotador estar negociando todo el día teniendo en cuenta lo pequeña que es.
El juego imaginativo le encanta y creo que acompañado de esto empiezan a aparecer los miedos que hasta ahora creo que nunca había experimentado, al menos que yo supiese interpretar. Le gusta jugar a hacer la compra, con un carro imaginario. Mientras yo le propongo que busque distintos artículos como fruta, yogures, pañales, toallitas, galletas, etc, ella recorre distintos puntos de la habitación recogiendo los supuestos productos cada uno en un lugar distinto y colocándolos en el inexistente carro. En cuanto a los miedos, el otro día cerró con fuerza la puerta del salón y vino hacia mí gritando "¡e mene, e mene!". Le pregunté quién venía y me contestó "el gato".
Siempre comunica cuando se ha hecho caca. Por imitación también pide ir al baño y hay que sentarla un segundo, no más, aunque por supuesto ni siquiera le quitamos el pañal porque no entiende para lo que sirve sentarse allí, simplemente repite lo que ve.
Contra todo pronóstico es muy coqueta. No soy una persona que use bolso habiatualmente, ni me gusta maquillarme a diario. Sin embargo Teresa se cuelga todo lo que tenga asas y cada día sale a la calle con una bolsa de plástico colocada con tanto estilo en el brazo que parece que lleva un louis vuitton. Allí mete su chupete.

lunes, 19 de julio de 2010

Compaginar trabajo y relax

Qué duro se hace trabajar cuando todo el mundo te cuenta sus viajes, planes de vacaciones, preparativos para largarse a otros sitios, hacen maletas o las deshacen si ya han vuelto, lucen cuerpos bronceados y te enseñan las fotos con escenas de playa, montaña, mueseos o catedrales. Madre mía qué envidia. Todavía me queda rato para verme así, tanto que parece que nunca va a llegar el momento.
La suerte es que como papá está de vacaciones nos contagia un poco al resto de la familia y hacemos cosas que se salen de la rutina diaria. Así me consuelo un poco con la idea de que prácticamente es como si estuviese de vacaciones (JA, menuda pardilla, lo único que consigues es estar más cansada porque sales todas las tardes a una terracita con lo cual duermes menos y se te acumula el trabajo de casa).
Pero hay una persona que vive en vacaciones permanentes y no es la duquesa de Alba, no, me refiero a Teresa, qué felicidad. Dejo imágenes de cómo compagina a la perfección su ratos de ocio con las obligaciones diarias.





miércoles, 14 de julio de 2010

¡Viva el amor!


¡Viva el amor! En cuestión unos días parece que la atmósfera se ha impregnado de amor y un clima de romanticismo recorre todo el país y esto a mí me encanta. El beso de Iker Casillas a su novia, la periodista Sara Carbonero, en plena entrevista en un directo que veían en ese momento millones de personas fue el broche de oro que ponía final feliz al acontecimiento más seguido de las últimas semanas, el mundial de fútbol. Ese beso supuso además que el acontecimiento deportivo y la hazaña lograda por los jugadores traspasase el terreno de lo estrictamente deportivo para convertirse en una historia con todos los ingredientes del mejor guión cinematográfico, tal y como marcan los cánones narrativos. Un héroe (Casillas) que se encuentra inmerso en un conflicto (el campeonato) que lucha por conseguir un fin, enamorado de una mujer, que para más Inri también tiene sus propios conflictos, lucha contra fuerzas opuestas y es el momento en el que se plantea uno de los puntos de giro y clímax de la mitad de la historia. Me refiero a los comentarios y críticas de los que fueron objeto los personajes y finalmente ese final feliz con lágrimas del héroe (lo que lo convierte en más humano) y beso final tras conseguir cerrar todos los conflictos abiertos. Madre mía, no soy futbolera pero una historia así engancha a cualquiera, además teniendo en cuenta que me pierden las manifestaciones de amor públicas.

Pero esto no ha sido todo, hoy me he despertado escuchando la noticia de que Javier Bardém y Penélope Cruz se han casado en una ceremonia íntima en Bahamas. Es un claro ejemplo de que la realidad, muchas veces, supera la ficción. Se conocen desde hace años, cuando casi eran unos niños, sus vidas les han llevado por distintos caminos hasta que se han reencontrado y de qué manera. Todavía resuenan en mi cabeza las palabras que Bardem le dedicó a Penélope Cruz en el Festival de Cannes: “Mi compañera, mi amor, Penélope”. Casi me da un patatús de la emoción, teniendo en cuenta la imagen de duro malote que tiene Javier Bardem.

Después de toda esta ola de amor que me había contagiado plenamente, a lo largo del día ha llegado la realidad para implantarse como un jarro de agua fría con asuntos tan taciturnos como el debate sobre el estado de la nación.




lunes, 12 de julio de 2010

Necesita mimos


Desde hace unos días Teresa atraviesa una etapa mucho más mimosa de lo habitual. Hemos tenido rachas de este tipo en otros momentos, sobre todo cuando era más bebé, pero es que ahora se nota mucho más porque es capaz de expresarlo verbalmente. Constantemente necesita que la coja en brazos, echarse encima de mí, ir de mi mano, seguirme o lloriquear si me levanto de su lado o incluso ir al baño con ella en brazos. Supongo que no tiene por qué haber una explicación para esto, que simplemente está viviendo una nueva etapa como me dice su padre, sin embargo creo que es por algo en concreto. Yo lo achaco a las últimas semanas de estrés y ajetreo que hemos vivido, con viajes incluidos y en los que Teresa nos ha acompañado por decisión mía. Para mi separarme de ella supone un gran sacrificio pero además temo lo pase mal, así que me acompaña a todas partes. Sin embargo, para evitarle un tremendo madrugón, además de la imposibilidad de que me acompañase a un examen, una de estas noches no durmió conmigo, sino con mi cuñada. Sé que durmió toda la noche y que además no lloró ni nada por el estilo (yo sí) pero es justo desde entonces cuando noto esta actitud en ella. Además ahora, aunque está con papá como siempre cuando yo no estoy presente, en cuanto regreso sólo quiere estar conmigo, no quiere hacer nada con él ni separarse de mi lado. El caso más extremo lo vivimos ayer cuando ella estaba sentada en mis piernas y mientras papá me abrazaba por la espalda ella le iba retirando las manos y quejándose al mismo tiempo, no quiere ni que me toque, se ve que me quiere para ella al 100%.

No voy a negar que es algo muy gratificante, la verdad, pero al mismo tiempo también puede resultar agotador, espero que no se me entienda mal. Un ejemplo de esto es que ayer mismo después de ducharnos, juntas por supuesto, mientras nos vestíamos y yo iba recogiendo algunos trastos por la casa y preparando sus cosas para salir, me seguía a todos lados pidiéndome que la tomara en brazos y sin parar de preguntar “mamá o vamos?” (dónde vamos), todo esto acompañado de lloriqueos. Desde que salimos de la ducha hasta que nos vimos en la calle transcurrió algo más de una hora en la que no paré de escuchar su vocecilla repitiendo las mismas frases una y otra vez sin importarle que le contestase todas y cada una de las veces que preguntó. Únicamente dejó de preguntar cuando llegamos al sitio donde íbamos, porque el trayecto en coche su vocecilla seguía como un eco lejano que mi mente ya no podía asimilar. Ahora espero cargarme de paciencia porque ayer, entre las prisas, intentar no olvidar nada y el calor los nervios los tenía de punta, y esto solo acaba de empezar.

lunes, 5 de julio de 2010

Lluvia de temas


Después de un periodo de abandono total por cuestiones de estudio que me han robado todo el tiempo del mundo vuelvo ahora a disfrutar del blog y tengo muchos temas pendientes, así que lo primero que voy a hacer es mostrar un batiburrillo de cosas porque las neuronas las tengo agotadas y seguro que si lo dejo para próximos post se me olvidan.


En primer lugar una preocupación. Mi hija no entiende cuándo le regaño. Nada de nada, se lo toma como un juego, me desafía y quiere seguir haciendo lo que le prohíbo pero además muerta de la risa. El caso más preocupante hasta ahora es el de los enchufes. A pesar de que los que están a su alcance se encuentran protegidos no quiero que los toque libremente y le advierto que no debe hacerlo sobre todo teniendo en cuenta que en algún sitio fuera de casa puede que le de por hacer lo mismo. No he conseguido ni una sola vez que entienda la reprimenda, lo único que he podido hacer es cambiarla de lugar y distraerla con otra cosa para que se olvide de “ese juego tan divertido en el que mamá dice no, y ella vuelve a repetir su acción a carcajada limpia”. He llegado a usar miradas desafiantes que ella me mantiene de forma curiosa interpretando de nuevo como un juego. Supongo que esto se repetirá con cada cosa que le indique que no debe hacer. ¡Ayuda!


Otra cuestión que no quiero olvidar hoy es su extraordinaria evolución en el lenguaje. Mantiene una conversación duradera en la que comprende perfectamente lo que se le está diciendo e incluso responde usando varias palabras. Pregunta constantemente “eco qué es” señalando todo lo que le despierta la curiosidad e intento enseñarlo no sólo el nombre sino la utilidad del artículo. Pregunta por todos los miembros de la familia que no ve y pide incluso que le ponga videos del teléfono móvil indicando claramente a quién quiere ver en cada momento. De sus dvd´s pide en cada momento el que desea ver y sólo ese, lo tiene muy claro. Un ejemplo de ello son los Cantajuegos. Teresa pide unas veces la canción del “taarín” (tallarín), o bien dice “ete no, Juan, Juan”. Sabe el orden de los temas y algunas veces se anticipa y puedo asegurar que no la tengo sentada delante de la tele todo el día, que nadie avise a los servicios sociales. Eso sí, la dueña del mando es ella.


En el tema independencia ya estamos en otro nivel. Esta etapa debe ser de autoafirmación porque quiere hacerlo todo sola. Esto le genera algunas frustraciones que en ocasiones terminan en pataletas. Como es normal, no sabe ponerse los zapatos pero puede intentarlo durante un cuarto de hora. Tampoco puede arrastrar un carro de la compra cargado de productos y termina tirada en el suelo en el supermercado. No puede bajar las escaleras pero aquí finalmente, debe intuir el peligro, me pide la mano.

Hemos pasado del lavabo a la ducha y le encanta. Aunque en un principio le daba miedo su padre lo intentó con tanto acierto que al terminar le comentó que al día siguiente volvería al lavabo y ella se negó en rotundo. Esto debe ser el aprendizaje por oposición, jeje.


De sus amados dos chupetes hemos suprimido uno. Había cogido la costumbre de aplastar uno de ellos contra los ojos cuando tenía sueño a pesar de las indicaciones para que no lo hiciera. Una manía que llegó a irritarlos así que directamente lo quité, cuando se dio cuenta preguntó “mama, o tá el oto?” (dónde está el otro) y le contesté que lo había guardado porque se lo metía en el ojo. Su respuesta: “Vale” y nunca más se supo del segundo chupete.