Esta mañana han venido Teresa y su prima María al trabajo conmigo. El motivo es que hoy recibíamos la visita de un grupo de niños de una guardería que celebran la semana cultural y según explicaban sus monitoras uno de los temas que trabajaban es el de los medios de comunicación. Los padres que lo desearan podían acompañarlos así que ha habido un alboroto total en el curro esta mañana. Como sabía que la visita iba a alterar todo el ritmo de trabajo decidí que llevaría a las dos peques también para ver cómo reaccionaban ante tan numeroso grupo de niños, teniendo en cuenta que ninguna de las dos va a la guardería y que María en septiembre ya irá al colegio.
Sobre la visita no sé si los niños se han enterado de algo, francamente creo que no. Pero según me han comentado algunos padres lo que si les ha hecho mucha ilusión ha sido montar en autobús y sobre todo verse acompañados de sus padres en un ambiente distinto.
En cuanto a María, me ha sorprendido mucho. Desde que vio llegar al grupo de niños se soltó inmediatamente de mi mano y se unió a ellos sin el menor problema. Ha participado en todo sin ni siquiera buscarme con la mirada, y además no ha sido nada tímida, llevando la voz cantante en algunos momentos, a pesar de no conocer a ninguno de los niños ni a las cuidadoras. Sinceramente creo que no tendrá ningún problema para adaptarse al colegio.
Por otra parte, Teresa estaba alucinada. En un principio no tuvo reparo en incorporarse al grupo incluso caminando con ellos. Eso sí, sin perderme de vista un momento. Estuvo un rato cantando y bailando siguiendo las directrices de las cuidadoras pero cuando esto terminó y se centraron en otras cosas le llegó el aburrimiento y quiso venir conmigo. Se lo pasó mejor aporreando el ordenador, una actividad que le encanta.
Al final todos se despidieron de nosotros y de forma ordenada recogieron unas gorras y camisetas que les habían preparado de regalo. En esta fila se colocaron inmediatamente las dos primas que no pierden la oportunidad de recoger un obsequio.
En la imagen se ve uno de los momentos en que Teresa, de espaldas, permanecía con el grupo en un plató, y María a su lado posa para la foto mirando a cámara.